martes, 13 de junio de 2017

Los cítricos y la salud del corazón

Los cítricos y la salud del corazón

Los cítricos (naranjas, pomelos, limones, limas, bergamotas, mandarinas) son fuente de antioxidantes flavonoides, vitamina C, ácido fólico y potasio, nutrientes que en conjunto preservan la salud cardiovascular.
Los flavonoides de los cítricos participan en la inhibición de la oxidación de la fracción LDL-colesterol, cuyo exceso endurece las paredes arteriales y compromete la salud cardiovascular.
El ácido fólico reduce los niveles de homocisteína, un metabolito intermedio del cual se sabe con certeza que, en exceso y de manera independiente a los niveles plasmáticos de colesterol, es un factor de riesgo cardiovascular.
Con su aporte de vitamina C, los cítricos, aceleran la recuperación en caso de anemia ferropénica, porque favorece la conversión del hierro férrico en ferroso, más asimilable en la zona intestinal. Por otro lado, la vitamina C participa en la producción de colágeno, y en el funcionamiento del sistema inmunitario. Una naranja o tres mandarinas cubren los requerimientos diarios de vitamina C.
No obstante, es importante tener en cuenta que el cuidado de la salud, no se logra por ingerir algún alimento en concreto, sino que se logra por revisar y adaptar la alimentación global de la persona a sus necesidades sus circunstancias vitales.

TOQUE CÍTRICO EN LA COCINA

La temporada de invierno es propicia para usar naranjas y mandarinas en distintas recetas, en lugar de relegarlas de manera exclusiva como fruta de postre. Incluso se puede sacar partido a las cáscaras de cítricos en multitud de platos: como aromatizantes de salsas, en vinagretas, como condimento y decoración de ensaladas o bien para dar aroma y sabor a aceites o preparados de repostería.

Recetas con naranja: ensaladas que mezclan naranja con atún fresco, apio o pepino. Salsa con toque agridulce para acompañar platos de carne (lomo de cerdo, el cordero o pollo, y pescados)

Ideas para cocinar con mandarinas: desde licuados, sorbetes y jugos, hasta ingrediente de recetas dulces, como tortas. Al igual que la naranja, admitiría las mismas combinaciones y presentaciones, ya sea en ensaladas, como acompañamiento de carnes o pescados y mariscos.

Propuestas para cocinar con pomelo: el sabor más agrio y pronunciado del pomelo lo hace más especial y menos usual para combinar en las recetas. Le da un gusto original a una ensalada de mezcla de lechugas. Acompaña muy bien platos con ahumados porque contrarresta el sabor pronunciado de éstos, ( por ejemplo en una ensalada de papa y salmón).

Diana Papa Constantino
Bioquímica – Lic. en Nutrición

jueves, 1 de junio de 2017

La panza peligrosa

El exceso de grasa abdominal, obesidad de tipo androide, aumenta el riesgo de infarto de miocardio, infarto cerebral, diabetes, disfunción eréctil y otras dolencias
La grasa corporal es imprescindible para el organismo. Algunas de sus funciones son almacenar energía y aislar y proteger el cuerpo y los órganos vitales. El % de masa grasa normal en hombres adultos es entre un 12% y un 20% de su peso corporal y, en la mujer adulta, esta proporción es de entre un 20% o 30%. Se considera obesidad cuando el porcentaje de masa grasa supera el 25% en los hombres y el 33% en las mujeres. Si bien a menudo se define la obesidad como un exceso de peso, este exceso debe ser a expensas de grasa.
Una forma de valorar el riesgo cardiovascular causado asociado a una cantidad excesiva de grasa abdominal, es el perímetro de la cintura. Se realiza la medición con un centímetro ubicándolo a la altura del ombligo o en la parte más sobresaliente del abdomen. Se considera que existe un riesgo elevado a partir de 95cm en hombres y a partir de 82cm en mujeres. El riesgo es muy elevado, a partir de 102cm en varones y de 88cm en mujeres.

Causas y riesgos de la obesidad

La combinación de un exceso de calorías ingeridas, provenientes de alimentos y de bebidas calóricas (cerveza, vino, bebidas azucaradas), la falta de actividad física y un estilo de vida sedentario, es el responsable de que se acumule el exceso de energía en forma de grasa en los adipocitos (células grasas).
Sabemos que la obesidad confiere riesgos para la salud. Para analizar este riesgo de morbimortalidad asociado a esta enfermedad, debe tenerse en cuenta el grado de exceso de peso, otros factores de riesgo y otras enfermedades, así como la distribución de la grasa corporal. Estos peligros son mayores cuando el exceso de grasa se localiza en la zona abdominal, ya que se relacionan con factores de riesgo cardiovascular como hipertensión o dislipemia y comportan más complicaciones metabólicas, en especial, enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.

La mejor arma contra la obesidad: la prevención

Llevar un estilo de vida saludable - actividad física regular, alimentación saludable, no fumar y no beber alcohol - es, sin duda, la mejor forma de evitar la obesidad abdominal,
¿PERA O MANZANA?
Una de las denominaciones coloquiales de la obesidad abdominal es "obesidad en forma de manzana". Este calificativo hace referencia a la acumulación de grasa en el abdomen, mucho más frecuente en los hombres que en las mujeres, en quienes el exceso de grasa se distribuye de forma preferente en las nalgas y en los muslos. En este último caso, se denomina obesidad en forma de pera o ginoide (femenina) y, aunque es mejor evitar cualquier exceso anómalo de grasa, no comporta tantos riesgos para la salud como la acumulación de grasa abdominal.

Diana Papa Constantino


Bioquímica – Lic. en Nutrición