DIA MUNDIAL DE LA OSTEOPOROSIS
La osteoporosis consiste en la pérdida de masa ósea o de calcio de los huesos. Es una enfermedad eminentemente femenina, aunque también puede afectar a los hombres. Cuando se ha desarrollado osteoporosis, los huesos son tan frágiles que no pueden resistir pequeños traumatismos y surgen fracturas osteoporóticas que se originan, incluso, sin que el hueso haya sufrido ningún golpe.
Las fracturas relacionadas con el padecimiento de osteoporosis constituyen un importante problema de salud pública. Las más comunes son las de cadera, seguidas de las vertebrales (sobre todo, aplastamientos de vértebras), de muñeca, de húmero (hombro) y, en menor medida, las de otros huesos. De todas ellas, la más grave es la de cadera. Cerca del cerca del 25% de las mujeres que sufren una fractura de cadera fallecen durante el primer año después del evento
Para cuidar los huesos: calcio, vitamina D y ejercicio
Los huesos humanos alcanzan su máximo nivel de calcificación entre los 20 y los 30 años. A partir de ese momento, el esqueleto ya está calcificado y no adquiere más, sino que comienza su pérdida poco a poco (descalcificarse). Este proceso de descalcificación se dispara después de la menopausia en la mujer y alrededor de los 60 años en el hombre, a partir de la andropausia.
Se puede prevenir la enfermedad osteoporótica con hábitos saludables. La estrategia es conseguir la máxima cantidad de masa ósea posible hasta los 30 años y, de esta forma, una mayor reserva de hueso para que el proceso de descalcificación tarde más tiempo en completarse.
Estos buenos hábitos deben incluir una alimentación sana, con
un aporte suficiente de calcio, nutriente que se encuentra en la leche y sus derivados. La cantidad diaria de calcio que el organismo necesita para mantener los huesos bien calcificados es de 1 gramo al día (o entre 800 y 1.200 mg diarios de calcio). Si no se ingiere esta cantidad de calcio, el organismo lo toma del único lugar en el que está: el hueso. Y esto provoca que los huesos se descalcifiquen.
La vitamina D, es una hormona indispensable para la absorción del calcio. Se produce en nuestro organismo en la piel al tomar el sol. El problema es que, a partir de los 60-65 años, el organismo pierde esta capacidad y, aun poniéndose al sol, la producción disminuye muchísimo. Además, hoy en dia las personas se exponen poco al sol y trabajan muchas horas en lugares cerrados, se produce déficit de vitamina D, que explica que, aunque se tomen productos lácteos, la absorción del calcio no sea la óptima. La vitamina D puede incorporarse a partir de los alimentos, pero, las fuentes naturales de obtención de esta vitamina son escasas (leche, quesos, yogures y manteca, y carnes grasas)
Ejercicio: caminar, andar en bicicleta, trotar, producen que el hueso conserve su contenido mineral.
Para cuidar los huesos
• Practicar ejercicio físico de forma activa, para alcanzar la máxima densidad ósea posible y, así, proteger los huesos.
• Evitar fumar y beber alcohol en exceso, ya que constituye un tóxico para los huesos.
• El exceso de sal y sodio en la alimentación aumenta la perdida de calcio ya absorbido por orina, por eso conviene limitar el consumo de sal y el de alimentos industrializados.
• Comenzar a cuidar los huesos desde la infancia, con buenos hábitos de salud.
• Comer entre cuatro y cinco raciones de productos lácteos al día, como leche, yogur, queso, etc.
• Los productos lácteos enriquecidos con calcio pueden ser una buena opción cuando no se llegue a ingerir la cantidad diaria de calcio recomendada.