Frutillas, folatos y salud del corazón
Cada vez más en estudios epidemiológicos se revela la asociación entre el consumo de una dieta rica en vegetales y frutas y una menor incidencia de enfermedades crónicas (las cardiovasculares, neurodegenerativas y diversos tipos de cáncer). En las últimas décadas, se han considerado subgrupos de vegetales para evaluar de manera específica su asociación con la salud y/o la prevención de enfermedades.
Las frutas rojas, entre ellas las frutillas (también frambuesas, arándanos, moras, grosellas), son uno de los grupos estudiados. Además de contener nutrientes comunes a otras frutas, (la fibra, la vitamina C o el ácido fólico), se han identificado en su composición diversas sustancias con actividades biológicas.
Una porción de frutillas proporciona una buena dosis de nutrientes reguladores, vitamina C y folatos, también oligoelementos (potasio y magnesio) y fibra, con un escaso aporte energético: apenas 30 Kcal por cada 100 gramos.
Las frutillas son frutas muy delicadas por ello merecen un cuidado especial en la cocina. Conviene realizar preparaciones sencillas, que requieran mínima manipulación, de modo de preservar su interesante valor nutricional.
Se las puede servir frescas, en licuados, solas o mezcladas con otras frutas (con naranja, kiwi). Se puede dar un toque original a las recetas si se añaden las frutillas en láminas finas a una ensalada de lechugas, zanahoria y manzana golden o a una ensalada de endibias, anchoas y vinagreta.