lunes, 11 de abril de 2016

Ponerse a dieta, excusas más frecuentes para retrasar el momento

Ponerse a dieta: las excusas más frecuentes para retrasar el momento
Conocer las dificultades relacionadas con la pérdida de peso es vital para afrontar con éxito los objetivos propuestos y su consecución a largo plazo

“Mañana empiezo en serio a hacer dieta" o, "durante el verano dejo la dieta y luego la retomo", son subterfugios que retrasan el momento de iniciar el cambio hacia nuevos hábitos alimentarios. Y es que dar el paso hacia un cambio no siempre resulta fácil. En estas circunstancias, frente al pensamiento dual de empezar en breve plazo o retrasar el comienzo, lo habitual es optar por la segunda opción.
Seguir dietas demasiado estrictas, sin concesiones esporádicas, moderadas y sensatas, genera tal ansiedad, que lleva a la persona a comer más para calmarla debido a la estrecha relación entre estados de ánimo y conducta alimentaria.
El verdadero patrón de alimentación saludable engloba las fiestas, los cumpleaños y demás celebraciones que, están asociados a excesos alimentarios. Por tanto, si uno piensa que “hacer dieta” implica que se va a vivir aislado y que no va a poder disfrutar de una torta de cumpleaños, puede sentir desazón y frustración, y, por eso, seguir postergando encontrar la verdadera solución.
Estrategia vitalicia
La obesidad es una enfermedad crónica. Las enfermedades crónicas, a diferencia de las agudas, son de larga duración y no puede preverse la duración del tratamiento. Conviene identificar las causas que la han originado y frenarlas cuanto antes con ayuda de los profesionales adecuados.
Hay que descartar las ideas preconcebidas en cuanto a soluciones exprés, olvidarse de "hacer dieta" y afrontar la situación desde un punto de vista racional, con el fin de realizar los cambios que, con tiempo y paciencia, lleven a la persona a su objetivo.

Diana Papa Constantino
Bioquímica – Lic. en Nutrición

jueves, 7 de abril de 2016

Comer apurados empeora la calidad de la alimentación



Comer apurados empeora la calidad de la alimentación
Una encuesta publicada en el Journal of the American Dietetic Association reveló que de 1700 jóvenes universitarios entrevistados el 35% de los hombres y el 42% de las mujeres no tenían tiempo para sentarse a la mesa a comer. Esta falta de tiempo hacía que eligieran alimentos con mayor contenido de grasas saturadas y bebieran gaseosas. En cambio los hombres y mujeres que dijeron que habitualmente compartían el horario de comida con otras personas tenían una alimentación de mejor calidad e incluían más frutas y verduras.

Aunque es difícil incluir comidas “reales” en un día de mucha actividad, es conveniente dedicarle  un tiempo a la comida, así como se hace con cualquier otra actividad importante. Y, sino queda otra opción que comer rápido, al menos elegir algún alimento saludable (frutas frescas o secas, yogures descremados, ensaladas y sándwiches saludables, panes integrales)
Sería positivo que  los colegios y lugares de trabajo asignen horarios programados para comer y que incluyan opciones de comidas saludables.

Diana Papa Constantino
Bioquímica – Lic. en Nutrición

viernes, 1 de abril de 2016

Las dietas milagrosas perjudican la salud

Las dietas milagrosas perjudican seriamente la salud
Las dietas milagrosas son hoy día, a pesar de las contraindicaciones, seguidas por muchas personas que quieren perder peso de forma rápida. Pero pocos saben que estas dietas tienen efectos secundarios y que sus resultados son de corta duración, ya que al volver a la alimentación normal no sólo se recupera peso, y muchas veces en mayor medida.
Las dietas muy restrictivas producen una disminución energética y nutritiva, por la exclusión de numerosos alimentos necesarios para el organismo. Por otro lado, no ayudan a corregir los malos hábitos alimenticios que generan el sobrepeso.
¿Por qué se gana peso?

Son tres los motivos por los que se recupera peso fácilmente una vez se finalizan este tipo de dietas. Cuando se abandona la “dieta milagro”, los sistemas fisiológicos de hambre y saciedad inducen a comer más de lo que se necesita para compensar el período de restricción severa que se había llevado hasta ahora, esto, obviamente implica que se recupere peso.
Una segunda razón apunta a la restricción energética a la que se ha sometido el individuo, ante la cual el organismo reacciona disminuyendo su metabolismo para intentar gastar menos y contrarrestar esa deficiencia energética. Abandonada la dieta milagro la situación es esta: se come más, el gasto metabólico es menor, por lo que se gasta menos energía y por tanto se recupera más peso que se almacena en forma de grasa corporal.

Por último, otra de las razones por la que se recupera el peso tan rápidamente una vez se reanuda el ritmo alimentario normal es porque con este tipo de dieta no se pierde sólo grasa corporal, también se pierde agua y masa muscular.

Cómo perder peso de forma fácil y segura

La mejor forma de disminuir la grasa corporal es a través de una dieta individualizada que aplique una restricción energética adaptada al metabolismo, composición corporal y estilo de vida de cada persona. De esta manera no se activan los mecanismos de defensa del organismo, por lo que no disminuye el metabolismo, no se alteran los sistemas fisiológicos de hambre y saciedad y se consigue eliminar solamente la grasa corporal. Y, mientras tanto, en el camino de la reducción de peso, se pueden ir aprendiendo hábitos de alimentación saludable que favorecerán el mantenimiento del logro alcanzado.

Diana Papa Constantino
Bioquímica – Lic. en Nutrición