Las
dietas milagrosas y el efecto rebote
Las dietas milagrosas son hoy día, a pesar de las
contraindicaciones, seguidas por muchas personas que quieren perder peso de
forma rápida. Lamentablemente estas dietas, no sólo pueden perjudicar la salud,
sino que sus resultados son de corta duración, el peso se recupera, y, muchas
veces en mayor medida.
Las dietas muy restrictivas
producen una disminución energética y nutritiva, por la exclusión de numerosos
alimentos necesarios para el organismo. Por otro lado, no ayudan a corregir los
malos hábitos alimenticios que generan el sobrepeso.
Las causas del „efecto rebote“
Son tres los motivos por los que se recupera peso fácilmente una vez se finalizan este tipo de dietas. Cuando se abandona la “dieta milagro”, los sistemas fisiológicos de hambre y saciedad inducen a comer más de lo que se necesita para compensar el período de restricción severa que se había llevado hasta ahora, esto, obviamente implica que se recupere peso.
Una segunda razón apunta a la restricción energética a la que se ha sometido el individuo, ante la cual el organismo reacciona disminuyendo su metabolismo para intentar gastar menos y contrarrestar esa deficiencia energética. Abandonada la dieta milagro la situación es esta: se come más, el gasto metabólico es menor, por lo que se gasta menos energía y por tanto se recupera más peso que se almacena en forma de grasa corporal.
Por último, otra de las razones por la que se recupera el peso tan rápidamente una vez se reanuda el ritmo alimentario normal es porque con este tipo de dieta no se pierde sólo grasa corporal, también se pierde agua y masa muscular.
Cómo perder peso de forma fácil y segura
La mejor forma de disminuir la grasa corporal es a través de una dieta individualizada que aplique una restricción energética adaptada al metabolismo, composición corporal y estilo de vida de cada persona. De esta manera no se activan los mecanismos de defensa del organismo, por lo que no se enlentece el metabolismo, no se alteran los sistemas fisiológicos de hambre y saciedad y no se pierde masa muscular. Y, mientras tanto, en el camino de la reducción de peso, se pueden ir aprendiendo hábitos de alimentación saludable que favorecerán el mantenimiento del logro alcanzado.
Diana
Papa Constantino
Bioquímica
– Lic. en Nutrición
dianapapaconstantino@gmail.com