Programas de cocina, ¿qué hábitos promueven?
Los programas de cocina están en plena ebullición. Además del formato clásico con un chef que enseña distintas recetas, en este momento hay muchas otras propuestas televisivas relacionadas con la gastronomía: desde realities y concursos, hasta programas de curiosidades. Pero... ¿son saludables? ¿Qué propone esa 'carta' al espectador? ¿Qué estilo de vida y de alimentación promueve? Estas son las consideraciones recogidas por la revista Phsychology & Behaviour, que revisan cinco aspectos clave de los programas gastronómicos.
Algunas preguntas sobre los programas de cocina
No todos los programas de cocina son iguales. Algunos intentan promover una alimentación de calidad, mientras que otros ensalzan hábitos dietéticos muy poco saludables pero todos tienen algo en común: la finalidad de entretener. La televisión es, ante todo, entretenimiento, y eso es lo que busca el espectador cuando la enciende.
Es paradójico que cada vez cocinemos menos y, a la vez, cada vez aumenten más los índices de audiencia de los programas de cocina.
¿Enseñan habilidades culinarias? Este tipo de espectáculos no suelen enseñar o promover habilidades culinarias (las necesarias para que podamos cocinar por nosotros mismos), sino que más bien buscan lo que cualquier otro programa no informativo de televisión: distraernos. Es por ello que muchos de ellos utilizan técnicas que crean, durante la receta, una combinación entre aventura, emoción y sensualidad, olvidándose de mostrar con precisión cómo se preparan los platos, desde el "paso a paso" del proceso hasta la cantidad exacta de cada ingrediente.
¿Muestran recetas fáciles de hacer? Los platos que se proponen en estos programas son, en su mayoría, irrealizables en una cocina doméstica, dado que la cocina de casa no cuenta con los utensilios o los ingredientes exóticos que sí hay en el programa de televisión. Por otro lado el programa tampoco muestra el tendal de platos, cacerolas, cucharas sucias que quedan después de cocinar esos platos.
¿Fomentan el consumo responsable? La principal crítica a esta clase de programas es que muchos de ellos promueven la búsqueda del placer sólo a través de la comida. No se habla de las posibles consecuencias para la salud del consumo excesivo de alimentos o de determinados productos, como los alimentos salados o grasos. El mensaje televisivo es ambivalente, por una parte se promueve un consumo excesivo, pero al mismo tiempo, se ensalza el ideal del cuerpo delgado.
¿Podemos aprender con los concursos de cocina? En los "concursos de cocina" la cosa es aún más grave, porque es imposible aprender una receta, van demasiado rápido como para que los espectadores podamos anotar consejos prácticos. El mensaje que transmite es que cocinar es algo inalcanzable, reservado para unos cuantos seres humanos dotados de habilidades de catador de manjares y que si queremos comer eso, mejor vayamos a un restaurant.
¿Ver programas de comida alimenta la obesidad? Estos espectáculos despiertan el apetito y fomentan una exuberante y casi infinita variedad culinaria, mientras nos mantienen sentados delante de la tele: un círculo que conduce indefectiblemente al exceso de peso
Diana Papa Constantino
Bioquímica – Lic. en Nutrición
Los programas de cocina están en plena ebullición. Además del formato clásico con un chef que enseña distintas recetas, en este momento hay muchas otras propuestas televisivas relacionadas con la gastronomía: desde realities y concursos, hasta programas de curiosidades. Pero... ¿son saludables? ¿Qué propone esa 'carta' al espectador? ¿Qué estilo de vida y de alimentación promueve? Estas son las consideraciones recogidas por la revista Phsychology & Behaviour, que revisan cinco aspectos clave de los programas gastronómicos.
Algunas preguntas sobre los programas de cocina
No todos los programas de cocina son iguales. Algunos intentan promover una alimentación de calidad, mientras que otros ensalzan hábitos dietéticos muy poco saludables pero todos tienen algo en común: la finalidad de entretener. La televisión es, ante todo, entretenimiento, y eso es lo que busca el espectador cuando la enciende.
Es paradójico que cada vez cocinemos menos y, a la vez, cada vez aumenten más los índices de audiencia de los programas de cocina.
¿Enseñan habilidades culinarias? Este tipo de espectáculos no suelen enseñar o promover habilidades culinarias (las necesarias para que podamos cocinar por nosotros mismos), sino que más bien buscan lo que cualquier otro programa no informativo de televisión: distraernos. Es por ello que muchos de ellos utilizan técnicas que crean, durante la receta, una combinación entre aventura, emoción y sensualidad, olvidándose de mostrar con precisión cómo se preparan los platos, desde el "paso a paso" del proceso hasta la cantidad exacta de cada ingrediente.
¿Muestran recetas fáciles de hacer? Los platos que se proponen en estos programas son, en su mayoría, irrealizables en una cocina doméstica, dado que la cocina de casa no cuenta con los utensilios o los ingredientes exóticos que sí hay en el programa de televisión. Por otro lado el programa tampoco muestra el tendal de platos, cacerolas, cucharas sucias que quedan después de cocinar esos platos.
¿Fomentan el consumo responsable? La principal crítica a esta clase de programas es que muchos de ellos promueven la búsqueda del placer sólo a través de la comida. No se habla de las posibles consecuencias para la salud del consumo excesivo de alimentos o de determinados productos, como los alimentos salados o grasos. El mensaje televisivo es ambivalente, por una parte se promueve un consumo excesivo, pero al mismo tiempo, se ensalza el ideal del cuerpo delgado.
¿Podemos aprender con los concursos de cocina? En los "concursos de cocina" la cosa es aún más grave, porque es imposible aprender una receta, van demasiado rápido como para que los espectadores podamos anotar consejos prácticos. El mensaje que transmite es que cocinar es algo inalcanzable, reservado para unos cuantos seres humanos dotados de habilidades de catador de manjares y que si queremos comer eso, mejor vayamos a un restaurant.
¿Ver programas de comida alimenta la obesidad? Estos espectáculos despiertan el apetito y fomentan una exuberante y casi infinita variedad culinaria, mientras nos mantienen sentados delante de la tele: un círculo que conduce indefectiblemente al exceso de peso
Diana Papa Constantino
Bioquímica – Lic. en Nutrición
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