Síndrome urémico hemolítico
El Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), es una enfermedad en la que hay destrucción de glóbulos rojos (hemólisis), disminución de la capacidad de la sangre coagular por disminución de las plaquetas (produciendo hemorragias) y daño de la función renal que puede llevar a la insuficiencia renal aguda. Los niños menores de dos años son los que corren más riesgo de padecer esta enfermedad.
Esta enfermedad está ocasionada por una bacteria, la Escherichia colli enterohemorrágica. Esta bacteria presente en los intestinos, y por lo tanto, en la materia fecal de los animales y puede contaminar los alimentos o el agua si entra en contacto con ellos. Cuando el niño ingiere un alimento contaminado, la bacteria llega a su intestino y allí libera una toxina que produce daños en los vasos sanguíneos del riñón principalmente, pero también del cerebro e intestino.
Los síntomas más comunes son diarrea sanguinolenta, palidez intensa, dolor abdominal, vómitos y disminución de la producción de orina.
La correcta manipulación de los alimentos, agua y utensilios de cocina es la única forma de prevenir esta intoxicación
Tips importantes:
Lavarse muy bien las manos con agua y jabón antes de comer, luego de ir al baño y después de tocar carnes crudas, para evitar contaminar alimentos y utensilios
Cocinar las carnes hasta que pierdan el color rosado. (más de 70ºC) para destruir la bacteria si estuviera presente.
Evitar la contaminación cruzada (contacto entre la carne cruda y otros alimentos, especialmente aquéllos que se consumen crudos o que ya están cocidos)
Lavar cuidadosamente los utensilios de cocina (tablas, cuchillos, mesadas, etc.)
Lavar frutas y verduras, ya que pueden haber sido contaminadas durante su comercialización.
Conservar los alimentos frescos y cocidos en la heladera.
Asegurarse que el agua que se consume es potable, y si hay dudas, hervirla previamente
Diana Papa Constantino
Bioquímica – Lic. en Nutrición
El Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), es una enfermedad en la que hay destrucción de glóbulos rojos (hemólisis), disminución de la capacidad de la sangre coagular por disminución de las plaquetas (produciendo hemorragias) y daño de la función renal que puede llevar a la insuficiencia renal aguda. Los niños menores de dos años son los que corren más riesgo de padecer esta enfermedad.
Esta enfermedad está ocasionada por una bacteria, la Escherichia colli enterohemorrágica. Esta bacteria presente en los intestinos, y por lo tanto, en la materia fecal de los animales y puede contaminar los alimentos o el agua si entra en contacto con ellos. Cuando el niño ingiere un alimento contaminado, la bacteria llega a su intestino y allí libera una toxina que produce daños en los vasos sanguíneos del riñón principalmente, pero también del cerebro e intestino.
Los síntomas más comunes son diarrea sanguinolenta, palidez intensa, dolor abdominal, vómitos y disminución de la producción de orina.
La correcta manipulación de los alimentos, agua y utensilios de cocina es la única forma de prevenir esta intoxicación
Tips importantes:
Lavarse muy bien las manos con agua y jabón antes de comer, luego de ir al baño y después de tocar carnes crudas, para evitar contaminar alimentos y utensilios
Cocinar las carnes hasta que pierdan el color rosado. (más de 70ºC) para destruir la bacteria si estuviera presente.
Evitar la contaminación cruzada (contacto entre la carne cruda y otros alimentos, especialmente aquéllos que se consumen crudos o que ya están cocidos)
Lavar cuidadosamente los utensilios de cocina (tablas, cuchillos, mesadas, etc.)
Lavar frutas y verduras, ya que pueden haber sido contaminadas durante su comercialización.
Conservar los alimentos frescos y cocidos en la heladera.
Asegurarse que el agua que se consume es potable, y si hay dudas, hervirla previamente
Diana Papa Constantino
Bioquímica – Lic. en Nutrición
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