viernes, 16 de septiembre de 2016

Hambre real o hambre emocional?

¿Hambre real o hambre emocional?
¿Por qué engordamos? ¿Sabemos cuánto comemos y por qué? Las costumbres dentro de una misma familia y la influencia externa tienen más fuerza que la genética en nuestro comportamiento alimentario. Aunque los mecanismos del hambre y la saciedad son complejos y responden en gran medida a marcadores neurobiológicos, también hay que considerar que comemos por distintos estímulos diferentes del hambre y esto es lo que nos hace engordar.

Hábitos alimentarios que llevan a comer de más.

Hay distintos estímulos que hacen "comer mecánicamente", es decir sin hambre.
• Estímulos internos, estrés o ansiedad, el aburrimiento, la tristeza, etc, etc.
• Estímulos externos, estar expuesto a alimentos, por ejemplo mientras se prepara la comida en casa o cuando vemos la televisión o al hacer las compras, o al trabajar en un local de venta de comida (bar, kiosco, etc.)

Consejos

• Técnica del “stop”. Detenerse a pensar cuál es la razón que lleva a querer comer y si de verdad que se tiene hambre o si es "gula", deseo de comer, apetito desordenado. Pero hacer esto antes de abrir la heladera, antes de entrar en la cocina, antes de abrir el paquete de galletitas, antes de entrar en la panadería o kiosco.
• Técnica de sustitución. Buscamos sustituir comportamientos habituales obesogénicos por otros que beneficien el control de la ingesta de comida. Hay que recordar tres reglas como método de la técnica de sustitución:
1. Comer sòlo en horarios de comidas
2. Comer sólo en la mesa
3. No mezclar actividades (computadora, TV, lecturas...)
• Alternativas placenteras. Probemos identificar actividades alternativas que generen placer o tranquilidad (leer un libro, escuchar música, ver fotos, técnicas de relajación, crucigramas, tejer, etc.).y realizarlas como alternativa a la de abrir la heladera o lata de galletitas para buscar algo para comer.

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