jueves, 27 de febrero de 2014

Fibra en los alimentos

Fibra en los alimentos
Se llama fibra alimentaria a los componentes de los tejidos vegetales comestibles que no pueden ser digeridos por el ser humano y sólo una parte de ellos  puede ser degradadas por las bacterias del intestino.

Los efectos fisiológicos de estos componentes de la pared celular vegetal se han investigado de forma extensa y afectan de distintas formas el funcionamiento de todo el tracto digestivo y modifican algunos de los procesos metabólicos ayudándonos a prevenir y tratar muchas enfermedades como obesidad, hipercolesterolemia, diabetes, trastornos intestinales.

Diferentes tipos de fibra de acuerdo a su solubilidad en agua.
Entre la fibra soluble están las  pectinas, mucílagos y gomas presente en las legumbres (arvejas, porotos, garbanzos, habas, soja, lentejas), las frutas (citricos, manzana, peras), la cebada, el salvado de avena y las verduras de pulpa (calabaza, remolacha, y otras). Entre la fibra insoluble están la celulosa, lignina que podemos encontrarla en las frtuas, verduras y cereales integrales (arroz, trigo) y salvado de trigo.

Por qué conviene incluir fibra en nuestra alimentación habitual.

•    Previene la obesidad y aporta mayor saciedad otorgando más volumen a la comida  sin agregar calorías.
•    Previene el estreñimiento, aumentando el volumen de la materia fecal y facilitando su tránsito por el intestino.
•    Previene el cáncer de colon, eliminado sustancias cancerígenas.
•    Demora la absorción de glucosa, evitando aumentos bruscos de glucemia en sangre.
•    Aumenta el colesterol bueno (HDL) y disminuye el malo (LDL).
¿Como podemos  aumentar el consumo diario de fibra dietética?
•    Sustituyendo los cereales refinados, por sus versiones integrales.
•    Comiendo  legumbres (porotos, lentejas, garbanzos y soja)
•    Incorporando verduras en el almuerzo y la cena.
•     Comiendo las  frutas con sus cáscaras.
•    Agregar salvado de trigo o de avena en caldos, sopas, rellenos.
Pero, al comenzar a implementar estos cambios, lo conveniente es hacerlo de forma progresiva ya que un aumento brusco en la ingesta de fibra dietética puede causar malestar intestinal (distensión abdominal, diarrea o flatulencia).

Diana Papa Constantino
Bioquímica / Lic. en Nutrición

No hay comentarios:

Publicar un comentario