Los frutos secos,
contenido de minerales
Aunque
por su composición química todos los frutos secos pertenecen a un mismo grupo
de alimentos -ricos en grasas insaturadas, proteínas y variedad de nutrientes
reguladores-, se aprecian diferencias en el contenido en minerales y
oligoelementos. Los más ricos en hierro se elegirán en caso de anemia y en
situaciones que requieran un mayor esfuerzo físico. Los concentrados en
magnesio servirán como fuente de este mineral para la salud ósea, mientras que
otros que aportan calcio serían indicados en adolescencia y menopausia.
Ricos en hierro
Los
frutos secos, especialmente el pistacho
y los piñones, contienen gran cantidad de hierro, pero el
hierro procedente de los vegetales (hierro no Hem) está en forma férrica que es
de difícil absorción y por lo tanto, poco aprovechable por el organismo. No
obstante, esta asimilación mejora con la presencia de vitamina C (proveniente de alimentos como cítricos, tomate,
frutillas, kiwi).
Contenido en calcio,
pero con matices
Los frutos secos se destacan
por su contenido en calcio, en particular las almendras tostadas, las avellana, las semillas de sésamo pulido y los
pistachos tostados. La absorción y
el aprovechamiento del calcio dietético dependen de varios factores, como la
proporción de fósforo orgánico, el estado nutricional y el nivel de
acidificación del organismo. En los frutos secos, parte del calcio se halla
unido a fitatos y oxalatos. Juntos componen sales insolubles (fitato de calcio,
oxalato de calcio), que son formas químicas que impiden la absorción y
asimilación del mineral. La acidificación del organismo también reduce mucho la absorción del calcio dietético. El exceso de proteínas en la dieta, en particular de origen animal, y el consumo elevado de azúcar y productos refinados incrementan la acidificación. El organismo trata entonces de buscar un equilibrio y elimina el exceso de ácido neutralizado con el calcio por la orina, se pierde así el calcio que ya se ha absorbido
El magnesio
El magnesio es
esencial para la salud del hueso. Con el refinado y molienda de los cereales
(trigo, arroz) para obtener sus harinas y sémolas se pierden los minerales y
vitaminas contenidos en el salvado, entre ellos el magnesio. Por ello, el
consumo diario de frutos secos es una manera de compensar la escasez de
magnesio en la dieta actual. Los frutos secos más ricos en él son las pipas de girasol, las semillas de sésamo, las almendras y los piñones.
Diana Papa
Constantino
Bioquímica – Lic.
en Nutrición
dianapapaconstantino@gmail.com
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Lic en Nutrición
dianapapaconstantino@gmail.com
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