miércoles, 30 de mayo de 2018

Desayunar como un rey... ¿qué hay de cierto?

Cómo repartir las calorías del día

Hay que desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo". ¿Qué hay de cierto en este refrán?
Es posible que nuestra concepción de que todo desayuno debe aportar un alto valor calórico sea un remanente de días remotos en los que la sociedad dependía de la actividad física, algo que no se puede aplicar en nuestra sociedad sedentaria actual. Promover una alta ingesta energética en el desayuno (o "desayunar fuerte") no tiene justificación en una sociedad "obesogénica". Conviene desayunar de forma saludable, pero de ahí a desayunar "lo que sea y cuanto más, mejor", hay un abismo

Comidas y calorías: tres consejos, mejor que un refrán

Hay tres consejos que parecen tener más sentido que el dicho "desayunar como un rey" o "cenar como un mendigo".
  1. Consumir alimentos no procesados o poco procesados.
  2. Reducir el tamaño de las porciones consumidas y realizar varias ingestas moderadas y saludables a lo largo del día
  3. Priorizar los alimentos de origen vegetal.
Muchas de las personas que quieren perder peso suprimen alguna comida o a realizan ayunos esporádicos. Contrariamente a lo deseado, esta conducta activa  los mecanismos que almacenan grasa, y,  además, eleva los niveles de colesterol y de azúcar en sangre. Una reducción drástica de las calorías ingeridas no es aconsejable, ya que ello genera un efecto rebote. Además puede producir hipertensión, cálculos biliares o aumentar el riesgo de mortalidad. Es por ello que el protocolo actual de manejo del peso corporal aconseja disminuir en unas 500-600 kilocalorías la ingesta habitual, y siempre con control profesional.  
Diana Papa Constantino

Bioquímica – Lic. en Nutrición

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