Las cuatro mejores frutas para comer después de estar al sol.
Sandía, melón, durazno y ciruela son frutas
frescas de temporada muy nutritivas para hidratarse después de un día de playa.
Tomar sol en forma prolongada puede facilitar la deshidratación, por lo que es
importante beber suficientes líquidos y consumir alimentos ricos en agua.
Además, si uno siente hambre, qué mejor que elegir alimentos que
aporten una cantidad importante de agua y también nutrientes
Frutas de verano: la mejor selección para hidratarse
Estas frutas, ideales para llevar a la playa o pileta, se caracterizan por contener más de un 80% de agua en su composición. Por este motivo, su aporte calórica es bajo, aproximadamente 30 a 50 kcal cada100g.
·
Sandía. Es la fruta que mayor
cantidad de agua contiene, alrededor del 90%-95% de su peso, por lo que su
aporte energético es muy bajo (27 kcal por 100g de porción comestible) y tiene
pocos macronutrientes, la mayoría de los cuales son hidratos de carbono.
Contiene, eso sí, cantidades apreciables de diversas vitaminas y
minerales. En su composición, destaca el contenido en licopeno,
un carotenoide al que se atribuyen propiedades saludables, como la reducción
del riesgo de enfermedad cardiovascular y de determinados tipos de cáncer, en
especial, el de próstata.
·
Melón. Con una composición
nutricional similar a la de la sandía, el melón se distingue por su aporte de vitamina
C y ácido fólico. 100g de melón proporcionan la mitad de la dosis
diaria recomendada de vitamina C. Algunas variedades de melón, como el
Cantaloupe, son una de las frutas con mayor contenido en ácido fólico.
·
Durazno. Esta fruta de piel
suave, con aroma y sabor dulce, aporta mucha agua y pocas calorías. Contiene
una cantidad significativa de distintos tipos de fibra, que
contribuyen a mejorar el tránsito intestinal. Contiene pequeñas cantidades de
vitamina C. Su pulpa amarillenta es revela la presencia de carotenoides, con actividad
pro-vitamina A y antioxidante.
·
Ciruela. Hay más de 200
variedades, aunque las más conocidas se clasifican según su color: las ciruelas
amarillas (de sabor ácido y abundante jugo), las rojas (con mucho jugo y un
sabor más dulce que las amarillas) y las
negras. Las ciruelas contienen una cantidad importante de fibra
que, junto con otros compuestos que estimulan los movimientos peristálticos del
intestino, facilitan el tránsito intestinal. Las variedades rojas contienen antocianinas,
compuestos con actividad antioxidante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario