¿Por qué no te conviene el efecto yo-yó?

Empezar a perder peso con una dieta estricta. Luego, volver a los hábitos anteriores. Por lo tanto, recuperar el peso perdido. Frustrarse y abandonar todo cuidado logrando pesar más que antes de comenzar. Volver a la dieta estricta.
Estos cinco pasos son la base de un ciclo llamado “efecto yo-yó” y sus efectos negativos sobre el peso corporal y la salud en general están científicamente comprobados.
Cuanto más se fuerza el motor de un coche, más se deterioran sus componentes. Algo así sucede con el control de peso corporal cuando sometemos a nuestro organismo a dietas de muy bajas calorías. Producen que el metabolismo se enlentezca y esto facilita la recuperación de un peso mayor al inicial.

La American Obesity Treatment Association en su ‘Carta de derechos del paciente’, detalla que “los pacientes tienen derecho a saber que perder peso con rapidez puede causar graves problemas de salud”. Entre dichos problemas se encuentra la hipertensión, los cálculos biliares, la pérdida de masa muscular y ósea.

Una obviedad que conviene recordar: para tener un peso saludable y un cuerpo cómodo, es necesario alimentarse de forma saludable. Cualquier rutina necesita un tiempo de unos meses para instalarse y es por ello que la constancia es una de las claves para cambiar hábitos.
Seguir una dieta estricta que excluya grupos de alimentos (harinas, lácteos), o una dieta “milagrosa” para perder peso en poco tiempo es inútil para mantener a largo plazo ese descenso,

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